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El sentimiento de mercado, que se volvió negativo después de la reunión del BCE del jueves pasado, se vio agravado tras la publicación de unos datos del mercado laboral peores de lo esperado en EE. UU. Fue la peor semana para las bolsas desde principios de año: el S&P 500 perdió un -2,16%, el Eurostoxx 50, un -0,86%, y el MSCI Emerging Markets, un -2,04%. Los bancos europeos lideraron las caídas y acumularon una pérdida del 5,78% a lo largo de la semana.