
El S&P 500 batió un nuevo récord la semana pasada mientras que el Nasdaq y el Rusell 2000 registraron ganancias impresionantes. El Dow Jones fue el único que no obtuvo ganancias durante la semana, ya que se vió afectado por los sectores más cíclicos (industrial y financiero), mientras que los índices más amplios se apoyaron en la tecnología, el consumo discrecional, la atención médica y los bienes raíces.
La rotación de lo cíclico hacia el crecimiento se produjo por la creencia de que la economía se encuentra actualmente en el «pico de inflación». El miércoles, recibimos cifras de inflación especialmente buenas con un IPC intermensual del 0,6%, y el aumento interanual fue de un revelador 5,0%. Se trata del aumento interanual más alto desde 2008. A principios de año, esto podría haber provocado un aumento en los tipos de interés y una venta masiva de acciones de larga duración (acciones de crecimiento). Sin embargo, el mercado fue en otra dirección. El rendimiento del Tesoro a 10 años de EE. UU. cayó 10 puntos hasta el 1,45% y las acciones de crecimiento subieron, siendo las acciones especulativas las mas beneficiadas.
Un grupo bipartidista de 10 senadores anunció un plan de infraestructura por valor de un billón de dólares. El plan se centrará en mejorar la infraestructura física, como los sistemas de transporte y de agua. Los senadores declararon que el plan se pagará íntegramente y que no incluirá una subida de impuestos. En lugar de que la administración de Biden lo adoptase, un portavoz de la Casa Blanca declaró que debían abordarse algunas cuestiones.
El FOMC se reunirá esta semana y anunciará la actualización de su política el miércoles. El mercado no espera nada sorprendente para esa fecha, pero, según una encuesta realizada por Reuters a distintos economistas, está previsto que el FOMC anuncie una reducción de su programa de compra de activos a finales de este año.