26 de Octubre 2021
La retirada gradual de los bancos centrales

Una de las palabras que más está influenciando en los mercados es el tapering. ¿De qué se trata? Es la retirada progresiva de los estímulos económicos planteados por los principales bancos centrales para dar respuesta en momentos de crisis, como la financiera de 2008 o la más reciente por la pandemia del COVID-19 en 2020. Pero no quiere decir que dejen de comprar activos en sus programas ideados para esta finalidad, sino que lo harán a un ritmo más bajo, y su balance seguirá creciendo, pero a una velocidad menor, que dependerá de la evolución de la inflación y de la confirmación de que la economía se recupera.

Algunos ejemplos recientes de cómo los principales bancos centrales se mueven hacia este tapering que comentábamos los tenemos en la Reserva Federal, que en su última reunión reconoció que la economía estaba progresando hacia los objetivos de inflación y pleno empleo. Apuntó hacia un inicio del tapering gradual en noviembre que se extendería durante poco más de un año. También se espera que suban sus tipos de referencia en algún momento del año 2022.

Mayor preferencia por el crédito vs. duración, por el alfa vs. la beta, y por decisiones de inversión basadas en criterios ASG

Por su parte, el Bank of England restó importancia a los repuntes de inflación y atribuyó a los problemas de suministros globales las sorpresas negativas en los últimos datos de crecimiento. Recientemente hemos conocido que Banco de Noruega ha subido su tipo de depósito hasta el 0,25%, la primera de un banco central del G10 desde el arranque de la pandemia.

Las claves de la rapidez en que apliquen el tapering las encontramos en la evolución de los tipos reales, que siguen en terreno claramente negativo, y en la inflación, que, con el aumento del precio de la energía, supone un nuevo reto. Los inversores parecen compartir la visión de los bancos centrales y analistas según la cual las presiones de precios serán transitorias y, si no se dan alzas de salarios, como efecto de segunda ronda, la inflación debería ir remitiendo.

¿Cómo afectará a los mercados de renta fija esta nueva situación? Hay que decir que los bancos centrales llevan tiempo preparando al mercado con sus mensajes y que el hecho de que sea gradual tendrá un impacto menor. En el apartado de tipos, lo más probable es que repunten hacia los niveles donde se situaban antes de la pandemia. No nos parecería extraño ver al Treasury con vencimiento a 10 años hacia el 2% o el Bund en torno del 0%. El efecto flujo, con emisiones netas de los gobiernos que ya serán positivas, supone un factor técnico que los debería empujar al alza.

Sigue el apetito por los bonos verdes gracias al impulso del sector público

En el apartado de la renta fija privada, los resultados empresariales que se van publicando y una mejora de las ratios crediticias (con mayores subidas que bajadas), con un menor apalancamiento y aprovechándose de la refinanciación a unos tipos más bajos, siguen siendo su mejor carta de presentación.

En este entorno, destacaríamos una mayor preferencia por el crédito contra la duración. Episodios como el de Evergrande son una llamada a la atención, un recordatorio de que el riesgo de crédito existe y que, por tanto, el alfa (medido como la destreza del equipo gestor del fondo en su selección de las inversiones) deberá tener una mayor importancia que la beta (definida como la sensibilidad del fondo en relación con los movimientos de mercado).

Sigue el apetito por los bonos verdes: la venta de bonos bajo etiquetas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en 2021 supera el 25% del total de bonos emitidos gracias al impulso del sector público. Se espera que este porcentaje aumente con las nuevas emisiones de bonos verdes de la Unión Europea que se realizarán próximamente. La inversión ASG se está incorporando en el proceso de inversión y previsiblemente se comportará mejor que los bonos convencionales. De hecho, el greenium, que es como se conoce a la prima de la curva de los bonos ASG en relación con los convencionales, que empezó siendo positivo, ahora se sitúa por debajo.

Josep Maria Pon, CIIA
Director de Renta Fija y AMM de Crèdit Andorrà Asset Management

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Informe trimestral / Renta fija