20 de Marzo 2023
La preocupación por el sistema bancario se extiende a Europa

Las preocupaciones en torno al sistema financiero que empezaron a aflorar hace dos semanas continuaron a lo largo de la última semana. El domingo, los inversores se enteraban por el gobierno estadounidense de que todos los depositantes del Silicon Valley Bank y del Signature Bank of New York estarían totalmente protegidos.

Además, la Reserva Federal introcía un programa de financiación a plazo para los bancos (BTFP, por sus siglas en inglés) que ayudará a las entidades a evitar la venta de valores del Tesoro y otros valores públicos con pérdidas, lo que les permitirá ofrecer el valor total de esos valores como garantía a la Fed.

Estas medidas estaban destinadas a reforzar la confianza en el sector bancario estadounidense. Sin embargo, justo cuando los inversores empezaban a asimilarlas, los titulares sobre Credit Suisse volvieron a sacudir los mercados.

No era la primera vez que Credit Suisse era el centro de titulares negativos, pero a la luz de los recientes problemas de los bancos estadounidenses, los inversores no se mostraron muy tolerantes.

Lo que inició los últimos problemas con Credit Suisse fue que los auditores apuntaban a haber encontrado debilidades materiales en los informes financieros. Poco después, el mayor accionista, el Saudi National Bank, aseguraba que no podía proporcionar más ayuda a la entidad debido a las restricciones reglamentarias. Ante esta falta de apoyo, los inversores se apresuraron a creer que los problemas de Credit Suisse eran mayores de lo que parecía. La situación se estabilizó después de que el banco nacional suizo intensificara su apoyo y concertara un préstamo de 50.000 millones de francos.

En Estados Unidos, el First Republic Bank parecía estar al borde de la insolvencia y se temía que siguiera el mismo camino que el Silicon Valley Bank. Para evitar el contagio, un grupo de once grandes instituciones financieras (entre ellas, JP Morgan, Bank of America y Morgan Stanely) anunciaron un depósito de 30.000 millones de dólares en el First Republic.

Esto ayudó a revalorizar las acciones el jueves, aunque sólo para que volvieran a desplomarse el viernes, después de que el banco anunciara que suspendía su dividendo y que en los últimos días había pedido prestados hasta 109.000 millones de dólares a la Reserva Federal. 

La falta de confianza de los inversores en la banca hizo que el SPDR S&P Regional Bank ETF (KRE) se desplomara un 14,3% y otros sectores cíclicos también sufrieron durante la semana, con pérdidas en energía, materiales e industriales. 

Sin embargo, no todo fue negativo. Los inversores se volcaron en valores de gran capitalización que se consideran alejados de las consecuencias del sector bancario, con balances sólidos y más resistentes a una desaceleración económica. Alphabet (GOOG), NVIDIA (NVDA) y Microsoft (MSFT) ganaron más de un 12,0% la semana pasada.

La influencia de los valores de gran capitalización se hizo patente en el mejor comportamiento de los sectores de servicios de comunicación (+6,9%), tecnología de la información (+5,7%) y consumo discrecional (+2,4%), todos con componentes de gran capitalización.

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Charles Castillo
Senior Portfolio Manager de Creand Wealth Management (Miami, EE. UU.)

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