20 de Abril 2020
La esperanza de un tratamiento estimula al alza el mercado

La semana pasada pudimos observar otra prolongación de volatilidad. A principios de la semana nos quedamos atónitos con varios puntos de datos económicos alarmantemente débiles junto con los principales bancos estadounidenses que apartaron miles de millones de reservas adicionales por potenciales pérdidas de préstamos. Sin embargo, el S&P 500 logró cerrar con un 3% más con la mayoría de las ganancias el viernes. El jueves por la noche, la compañía farmacéutica Gilead Sciences (GILD) anunció que su medicamento, Remdesivir, había mostrado resultados prometedores en los primeros test de tratamiento de pacientes con formas graves de COVID-19. La prueba fue muy limitada, pero aún así provocó un repunte ya que los inversores vieron un tratamiento efectivo para el virus como un paso hacia la reapertura económica. Es muy probable que este repunte haya obligado a los fondos con inversión insuficiente a desplegar efectivo para no quedarse atrás. Algunos de los sectores más sensibles económicamente mostraron ganancias impresionantes el viernes, el sector energético subió más del 10% y los bancos más del 8%.

El jueves por la noche, el presidente Trump estableció las pautas del gobierno para reabrir la economía estado por estado. El plan está estructurado en 3 fases de reapertura económica progresiva. Hay varios requisitos para alcanzar cada fase, pero un principio central para avanzar a la siguiente fase es que el estado muestre una trayectoria descendente en las infecciones. Aunque hay algunos estados rurales con baja población que no han tenido muchas infecciones y que podrían pasar rápidamente a la fase 3, probablemente la mayoría de los estados seguirán trabajando en el proceso en mayo y junio. 

En Europa, Alemania reabrirá lentamente con algunas pequeñas empresas a las que se les permitirá volver a trabajar hoy (20 de abril), pero las escuelas permanecerán cerradas y continuará el distanciamiento social. El presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, ha declarado que los funcionarios deberían ser más imaginativos al abordar el impacto del virus y añadió que se está considerando la aplicación de impuestos en el conjunto de la UE.

Como hemos mencionado, los datos económicos de la semana pasada fueron particularmente débiles. En EE. UU., la producción industrial cayó un 5,4% durante el mes de marzo, la peor caída desde 1946. La encuesta de actividad industrial Empire State se desplomó a ‒78,2, su mínimo histórico registrado. El índice de la Fed de Filadelfia cayó a ‒56,6, su lectura más baja desde 1980. Las ventas al por menor disminuyeron un 8,7%, que es el mayor descenso registrado. Las peticiones de subsidios por desempleo durante la semana totalizaron 5,2 millones, en las últimas 4 semanas ascienden a más de 22 millones.

El rendimiento del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años terminó la semana con una baja de ocho puntos básicos, a 0,65%, un movimiento destacable, porque la caída del rendimiento da alas a la hipótesis de que la recuperación de esta profunda recesión económica no será rápida ni fácil. El crudo del WTI cerró la semana a 18,14 $ por barril. El precio del contrato de crudo de mayo estaba en caída libre ya que parece que nadie está dispuesto a aceptar la entrega. Esta semana, pasamos al contrato de junio que terminó la semana pasada a 25 $ por barril.

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Charles Castillo
Senior Portfolio Manager de Creand Wealth Management (Miami, EE. UU.)

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