25 de Marzo 2019
La curva se invierte pero los mercados pueden seguir subiendo

El momento ha llegado. La curva de tipos estadounidense se ha invertido por primera vez desde 2007 –un año antes del comienzo de la Gran Recesión, cuyo inicio marcó la caída del banco de inversión Lehman Brothers–, y podría haber activado la cuenta atrás hasta el comienzo del próximo período de recesión económica.

El PMI manufacturero estadounidense de marzo cayó hasta los 52,5 puntos, ligeramente superior al nivel de 50 que indica expansión en la actividad, y el compuesto marcó mínimos de 6 meses al retroceder hasta los 54,3 puntos. Markit, el creador de este indicador, destacó la desaceleración de la industria, donde la producción de bienes tocó niveles mínimos de casi 3 años, y también hizo referencia al ritmo cada vez más débil de las nuevas contrataciones.

Las recesiones han tardado en aparecer entre nueve meses y dos años desde que se invierte la curva

La bolsa alemana también sufrió tras la publicación de su PMI manufacturero, que revelaba su mayor caída desde 2012 al situarse en niveles de 44,7 puntos para el mes de marzo. Un hecho que deja al sector manufacturero del país germano en niveles de contracción económica tras el aumento de las tensiones comerciales en un entorno económico cada vez menos potente.

La visión aún más dovish de la Fed, junto con la batería de decepcionantes datos macroeconómicos a ambos lados del Atlántico, llevaron al rendimiento del tipo de interés del bono estadounidense a 10 años a caer por debajo de la letra a 3 meses.

El índice S&P 500 crece de media un 22% desde que se invierte la curva hasta que toca máximos

En condiciones normales, la curva de tipos tiene una pendiente positiva y da un interés más alto conforme más lejana es la fecha del vencimiento de cada bono. De esta manera, se remunera la expectativa de la inflación y de los movimientos de tipos de interés resultantes de las políticas monetarias adoptadas por los bancos centrales, y la incertidumbre al hecho que el país emisor del bono pudiera hacer default y dejar de pagar los intereses o el nominal del mismo.

La inversión de la curva está considerada por algunos analistas como un predictor fiable de recesiones, ya que ha precedido a las ocho acaecidas desde 1960. Pero debemos tener en cuenta que tardan en aparecer entre nueve meses y dos años desde que se invierten los tipos de interés, y, además, tradicionalmente ha sido más importante el diferencial de los bonos a 2 y 10 años. En este caso, apenas 10 puntos básicos los separan de la inversión también en este tramo.

Por el momento los mercados estadounidenses recibieron estas noticias con pérdidas, aunque históricamente el índice S&P 500 ha subido de media un 22% desde que se invierte la curva hasta que toca máximos y comienza a caer.

Roberto Morago, CAIA
Gestor Multiactivo y Clientes Institucionales Júnior de Crèdit Andorrà Asset Management

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