En el último trimestre de 2018, el petróleo ha caído cerca de un 35% por temor a un superávit de oferta en el mercado del crudo. Por la rapidez de la caída, parecería que la situación es similar a la de finales de 2014. Sin embargo, a diferencia de entonces, la OPEP ha tomado medidas rápidamente para frenar el declive. La experiencia del cártel en el colapso sufrido entre 2014 y 2016 fue demasiado dolorosa como para regresar a una fase de precios a la baja.