
2017 acabó con la mayoría republicana del Congreso regodeándose en su exitosa aprobación de la reforma fiscal. Ahora, a principios de 2018, se enfrentan a una larga lista de cosas por hacer y no serán capaces de completarla unilateralmente como hicieron con la reforma fiscal. Desde que Donald Trump fuera elegido presidente, la división entre los partidos Republicano y Demócrata se ha vuelto especialmente tóxica, y el 100% de los demócratas del Congreso han votado en contra de las iniciativas más importantes de los rpublicanos en 2017.
No obstante, hay varios asuntos que llegan a principios de 2018 y que requerirán una súper mayoría en el Senado para ser aprobados. Recordemos que una súper mayoría en el Senado requiere 60 de 100 votos, pero los republicanos solo controlan 51 escaños.
Techo de deuda
Como una forma de forzar al Congreso a tratar el nivel de deuda norteamericana, que aumenta constantemente (aproximadamente 20 billones de dólares), incrementar la cantidad de deuda pendiente emitida por el gobierno requiere un voto de súper mayoría en el Senado.
Si el partido gobernante no tiene una súper mayoría en la cámara, el partido de la oposición puede llevar a cabo políticas arriesgadas y literalmente mantener secuestrada la calificación crediticia del país, como ya sucedió durante la crisis del techo de deuda de 2011. Si las dos partes no acaban llegando a un acuerdo, el departamento del Tesoro tendrá que tomar decisiones duras sobre qué pagos dejar en impago (salarios de funcionarios, intereses de la deuda, seguridad social, etc.). Esto suele llevar a que el partido gobernante tenga que acceder a la aprobación de algo de la agenda del partido de la oposición para evitar el desastre. Obviamente, para que esta táctica tenga éxito, el partido de la oposición debe estar dispuesto a ir a por todas hasta el límite del desastre y el drama resultante suele causar mucha angustia en los mercados de renta variable.
El año pasado el Congreso revocó el límite del techo de deuda hasta el 8 de diciembre de 2017. Desde entonces, el departamento del Tesoro ha tenido que utilizar medidas extraordinarias (incluyendo el uso de dinero de las pensiones federales) para poder seguir pagando las obligaciones del gobierno. La capacidad del Tesoro de mantenerlo todo en funcionamiento no es ilimitada, y en febrero la situación empezará a volverse crítica. Esto hace que sea imperativo que el Congreso empiece las negociaciones para aumentar el techo de deuda en cuanto vuelvan de las vacaciones en enero (el Senado regresa el 3 de enero y el Congreso, el 8).
Los presupuestos
Aunque tal vez no sean tan críticos como el techo de deuda, los presupuestos del gobierno para 2018 son un problema más inmediato. La resolución de presupuestos actual expira el 19 de enero, lo que significa que el Congreso tiene muy poco tiempo para hacer algo al respecto.
Como con el techo de deuda, la aprobación de los presupuestos requiere una súper mayoría en el Senado. A lo largo de 2017 el Congreso ha aprobado una serie de resoluciones de presupuestos a corto plazo para mantener el funcionamiento del gobierno y evitar negociaciones costosas. La extensión más reciente vino en diciembre, cuando los republicanos aprobaron una resolución a corto plazo que les permitía disponer de tiempo para finalizar la reforma fiscal. Los demócratas estuvieron de acuerdo con esta última extensión, pues querían evitar la mala óptica de tener una crisis de gobierno durante las Navidades.
Se espera que el presidente Donald Trump y los líderes del Congreso empiecen a tener reuniones esta semana para empezar las negociaciones. Vemos crítico que los republicanos no tengan una postura dura en las negociaciones frente a los demócratas, pues el tiempo es limitado. Trabajar con los demócratas se convertirá en algo mucho más importante, pues es probable que varios de los republicanos fiscalmente conservadores no voten a favor de cualquier presupuesto que no incluya grandes recortes en gastos (algo en lo que los republicanos moderados y todos los demócratas no estarán a favor).
DACA y ACA
Así pues, ¿qué hay en la lista de deseos de los demócratas a cambio de apoyar los presupuestos? Hay bastantes elementos posibles, pero los dos mayores son la revisión del DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals, Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) y, obviamente, el ACA (Affordable Care Act, Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocida como Obamacare).
El caucus hispánico del Congreso ha declarado que no votarán a favor de ninguna otra extensión de presupuestos hasta que se revise el DACA. Además, al senador republicano Jeff Flake le prometieron que el Senado llevaría a cabo una votación sobre el DACA a cambio de su apoyo a la recientemente aprobada reforma fiscal. Aunque la mayoría de políticos (al menos públicamente) no quieren parecer favorables a la deportación de niños, el presidente Trump ha dicho que está a favor de trabajar en un compromiso para el DACA y que está dispuesto a cualquier negociación, incluso a financiar el muro en la frontera con México. No es necesario decir que el muro en la frontera es una causa perdida para muchos demócratas.
Aunque la reforma del ACA ha sido muy problemática en el pasado, tal vez no sería un esfuerzo demasiado grande hacer algo y aprobarlo junto a los presupuestos. Parece haber al menos algo de apoyo en ambos partidos para restablecer los subsidios de seguro para pacientes con coste elevado. Es difícil saber en este punto si únicamente este elemento será suficiente para comprar el apoyo de los demócratas.
Ayuda para catástrofes
Otra posibilidad es que los fondos para la recuperación post-huracanes se adjunten al voto de los presupuestos. Esto podría ayudar a asegurar votos de miembros del Congreso de los estados fuertemente afectados por los desastres naturales en 2017. Florida y Texas fueron golpeados por huracanes (Puerto Rico también, pero no tiene voto en el Congreso), y California sufrió graves daños por los incendios forestales. En diciembre la cámara votó a favor de un proyecto de ley de ayuda para catástrofes de 81.000 millones de dólares, pero ha habido muchas preocupaciones por si no será suficiente.
Conclusión
Definitivamente, el Congreso tiene muchos asuntos urgentes y muy poco tiempo para las negociaciones. Las repercusiones de un fracaso a la hora de aprobar unos nuevos presupuestos o para elevar el techo de deuda serían gravísimas, pero a veces la amenaza de un desastre es lo que se necesita para progresar.
Mirando la situación desde una óptica optimista, ambos partidos trabajarán juntos para aprobar los presupuestos y el techo de deuda (en el mismo proyecto de ley) durante el mes de enero a la vez que llegarán a acuerdos inteligentes para revisar el DACA y el ACA. La óptica pesimista mejor que no la discutamos.