
Siguen llegando malas noticias: el S&P 500 cayó un 3,1% esta semana y el Nasdaq perdió el 3,8%, ambos acompañados por el Dow Jones (-2,9%) y el Russell 2000 (-1,1%). El mercado se vio sacudido por múltiples informes de ganancias y apuntes de datos económicos que resultaron decepcionantes. Se vieron muchos esfuerzos de recuperación a lo largo de la semana debido a la situación de sobreventa del mercado.
Podría decirse que el esfuerzo de recuperación más importante tuvo lugar a finales de semana, lo que sacó al S&P 500 del territorio del mercado bajista (-20% desde un máximo reciente). Lamentablemente, las preocupaciones alimentadas por la inflación persistente y las interrupciones en la cadena de suministro fueron las cuestiones que dominaron en el mercado. La encuesta a gestores de fondos globales del Bank of America mostró unos niveles de efectivo en su posición más alta desde el 2001 y la mayor posición infraponderada en acciones desde mayo de 2020.
Los sectores de consumo básico (-8,6%) y consumo discrecional (-7,4%) fueron los eslabones más débiles, ya que las empresas minoristas de alto perfil, Walmart (WMT), Target (TGT) y Ross Stores (ROST), aludieron a la inflación para explicar sus decepcionantes resultados y sus cautelosas perspectivas. Los inversores están preocupados por el estado del consumidor en este entorno inflacionario. Por su parte, Cisco (CSCO), Applied Materials (AMAT) y Deere (DE) destacaron los problemas de la cadena de suministro en sus informes de ganancias. Por el contrario, los sectores de servicios públicos (+0,4%), salud (+0,9%) y energía (+1,1%) terminaron la semana en territorio positivo.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, habló esta semana sobre la inflación y dijo que la Fed será más agresiva con los aumentos de tipos si la inflación no baja de manera clara, pero que puede ser menos agresiva si la inflación baja de forma evidente