
Los inversores han vuelto de sus vacaciones de Pascua y han decidido vender. De hecho, ayer fue el peor inicio de abril para los mercados desde 1929. Lo único bueno que tuvimos en un día en el que el S&P 500 cayó un 2,2% y perforó su media móvil de 200 días fue que el mercado había estado cayendo todavía más (-3,3% en ciertos momentos) y consiguió subir un poco al final de la jornada.
Es difícil encontrar un motivo en concreto al que culpar por las caídas de ayer. Sería fácil echarle la culpa a los anuncios de los aranceles de China contra los EE. UU., o a una nueva ronda de tuits negativos del presidente Trump sobre el NAFTA y Amazon. No obstante, ninguno de esos titulares debería haber sorprendido a nadie que hubiera prestado un mínimo de atención a las noticias.
Afortunadamente, hoy los mercados abren al alza y puede que logren volver a situarse por encima de su media móvil de 200 días. De nuevo, no hay ninguna buena razón a la que señalar como catalizador de estos ánimos positivos de hoy. Solo podemos apuntarlo como una reacción a las ventas masivas de ayer, pues los inversores están comprando a precios de descuento.