25 de Octubre 2018
Cocinando Alpha: compañías de calidad y ventajas competitivas

Muchos fondos de inversión definen como parte de su estrategia la inversión en compañías de calidad. Dado que es especialmente importante la buena selección de este tipo de compañías en entornos dónde el mercado gira fuertemente a la baja como en las últimas semanas, es oportuno que repasemos como identificar las compañías de calidad.

A pesar de que las estrategias competitivas de las empresas son tan antiguas como el sol (es decir, desde que existiese la primera empresa), el origen de la literatura que usan los fondos de inversión para vender su filosofía de cómo invertir se sitúa en parte en las cinco fuerzas que Michel Porter publicó en 1979. Según el profesor de Harvard, estas cinco fuerzas se refieren a:

  1. 1. El poder de negociación que tienen las compañías con los clientes.
  2. 2. El poder de negociación con los proveedores.
  3. 3. La amenaza de nuevos competidores entrantes.
  4. 4. La amenaza de productos sustitutivos, y
  5. 5. La rivalidad existente entre los actuales competidores.

 

Liderazgo que dure en el tiempo

Una ventaja competitiva no es en sí misma suficiente para impulsar un liderazgo consistente en la industria. Para crear un liderazgo sostenible, un buen negocio debe preservar su ventaja competitiva para que no se detenga su crecimiento y no se erosione el rendimiento que genera sobre el capital invertido. Así tendrá mayor probabilidad de generar flujos de efectivo crecientes, lo que protege al negocio y a nosotros como inversores, y además hace que el negocio en el tiempo sea más predecible.

Para una empresa no es suficiente crear una ventaja de modo excepcional, ya que la competencia probablemente intentará replicar la ventaja y reequilibrar el campo de juego.

Un buen ejemplo es el transporte aéreo. La productividad de las aerolíneas ha mejorado en los últimos 50 años: desde la eficiencia de los motores hasta la posibilidad de hacer el check-in en casa; sin embargo, el coste por volar nunca ha sido menor que actualmente. Esto se explica, en parte, por el hecho de que las mejoras tecnológicas estaban disponibles para todos los competidores y no estaban en manos de unas pocas compañías. El ahorro ha ido directamente a los clientes gracias a tarifas más bajas pero las aerolíneas han sido incapaces de aprovechar estas mejoras. Por tanto, si una compañía quiere crear valor, la ventaja competitiva debe ser defendible en el tiempo.

Al grano, ejemplos de ventajas competitivas

Superioridad del producto o del servicio prestado. Un producto o servicio superior al resto puede crear una barrera de entrada. ¡Barrera de entrada! Esa es la palabra clave, ya que hace que los clientes se muestren reacios a cambiar a la competencia. Esto se produce si el producto o servicio se ha convertido en una parte importante del negocio o estilo de vida del cliente. Si la compañía es la que más gastos en I+D realiza de su industria y ese I+D hace que genere mejores retornos, también ayuda para que esa barrera de entrada perdure en el tiempo, puesto que se beneficiará de los avances tecnológicos antes que sus rivales. Coloplast, el líder mundial en catéteres y bolsas de ostomía, es un buen ejemplo: sus productos son una necesidad para su base de clientes y representan una gran parte de la investigación y el desarrollo de la industria. Este tipo de ventaja competitiva es difícil de romperse, ya que a menudo requiere un cambio colectivo en el comportamiento de los consumidores.

Percepción de superioridad. La percepción de superioridad de un producto o servicio también puede crear una barrera de entrada. Esto lo consiguen las empresas que se adaptan a los cambios en las necesidades de los consumidores. A menudo estas compañías son maestros de marketing y de gestión de inventarios. Usando el arte de reducir la oferta para impulsar la demanda. Lo importante es mantener la lealtad del cliente.

Para mantenerse cercanas a sus clientes, estas empresas tienen una estructura para cumplir con este requisito. Adidas y la división de sus marcas es un excelente ejemplo. Distribuir sus productos en distintos segmentos a los que quiere llegar (Reebok para fitness, Taylor Made para golf, Adidas para deporte y street wear, Adidas Neo para fashion…) le permite ajustar su mezcla de productos en línea con las tendencias, y ajustarse a esas tendencias sin dañar la marca en general.

Superioridad del modelo de negocio. Un modelo de negocio superior se observa cuando hay superioridad a nivel operativo. Esta ventaja competitiva se produce en una empresa cuando en un mismo ciclo de producción es capaz de abordar las tendencias de los consumidores o los cambios en el mercado antes que sus competidores.

El modelo de Inditex es este caso. Su modelo de moda rápida, en el que son capaces de conseguir que una prenda pase de la cabeza del diseñador a las perchas de sus tiendas en apenas dos semanas permite a Inditex adaptarse a los cambios constantes y así seguir incrementando las ventas.

Las plataformas tecnológicas son otro estilo de superioridad del modelo de negocio, pero en este caso beneficiándose de que el coste unitario de producción cae a medida que el negocio crece. Aquí, la ventaja competitiva crece a medida que crece el negocio.

Ya ven, formas de producir productos o servicios de manera que los competidores no pueden, creando un público leal y cautivo que no está dispuesto (o al menos altamente desincentivado) al cambio, y que han desarrollado una economía de red que mejora con cada cliente adicional.

NOTA: Invertir en las compañías que cumplen los requisitos mencionados en este artículo sería recomendable para el largo plazo siempre que se encuentren en un nivel razonable de valoración.

Miguel Ángel Rico
Portfolio Manager en España de Creand Asset Management (Gesalcalá, SGIIC, SAU)

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