
Los principales índices estadounidenses registraron incrementos modestos, a excepción del Russell 2000, que se disparó un 1,40%. El S&P 500 ya está a menos de 10 puntos de 2900. Ayer fue un día de recordatorios (del BCE y la Fed) que los tipos no se subirán en un futuro inmediato, pero hoy vemos que el discurso se centra de nuevo en las negociaciones comerciales.
The Wall Street Journal informa que China ha acordado a abrir su sector de computación en la nube a empresas extranjeras en un intento por endulzar un acuerdo comercial con EE. UU. Esto sigue a los comentarios ayer del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que explicó que EE. UU y China habían «prácticamente acordado un mecanismo de ejecución». La manera de ejecutar el acuerdo eventualmente firmado con China ha sido una de las preocupaciones grandes que quedaron por los negociadores estadounidenses. Mnuchin atemperó las expectativas en decir que «somos optimistas de que podemos hacerlo rápido pero no fijaremos una fecha límite arbitraria».
El índice de precios del productor (IPP) de demanda final incrementó un 0,6% en marzo, por encima de las expectativas del consenso, de un +0,3%. El aumento ha sido reforzado principalmente por un incremento en los precios de energía. El IPP básico (excluye alimentación y petróleo) subió un modesto 0,3% (el consenso fue un +0,2%). Durante los últimos 12 meses, el IPP básico incrementó un 2,4%. Aunque parece que el IPP incremente más rápido que lo esperado, es probable que los inversores no le presenten tanta atención como el informe leve del IPC de ayer.
Las acciones de Tesla (TSL) están un 3% a la baja en la apertura por las noticias que el fabricante de coches eléctricos y Panasonic han suspendido los planes de una expansión a una gigafactoría. Según el informe de Nikkei, la demora en la expansión se debe a las preocupaciones sobre una desaceleración en demanda de los vehículos de Tesla.