3 de Noviembre 2022
Buscando el pico

El nuevo curso en los mercados financieros se inició con la tradicional reunión de los banqueros centrales en Jackson Hole a finales de agosto. El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró su posición firme contra la inflación, lo que provocó el temor en los mercados de que exista un aterrizaje brusco al aumentar los tipos de interés de forma más abrupta.

Los bancos centrales, decididos a controlar la inflación y evitar los errores de los años setenta, subirán los tipos de interés hasta donde sea necesario para afectar a la demanda y con independencia del impacto que esta medida pueda tener sobre el crecimiento económico, incluso si acaba provocando una recesión. El cambio alcista del ciclo de la política monetaria se evidencia con las continuadas subidas de tipos. Más de cuarenta bancos centrales han aumentado sus tipos de referencia al menos un 0,75% de una sola vez (jumbo hike) el Riskbank de Suecia los subió 100 puntos básicos en la última reunión.

Si se descuenta que los bancos centrales llegan al pico de subidas, eso implicará una reducción de la volatilidad de los tipos de interés

Se dice que no es la bala la que mata, sino la velocidad, y los bancos centrales nunca habían ido con tanta velocidad en la subida de tipos: así, este ha sido el principal factor que ha producido la venta masiva de los activos de renta fija, que han puesto fin a un mercado alcista de cuatro décadas. Probablemente una corrección necesaria tras un período de rendimientos ultra bajos que se han demostrado insostenibles. Este hecho, histórico, con los principales índices globales de renta fija retrocediendo entre un 12% y un 20% este año, deja un escenario más propicio a estudiar la inversión en esta clase de activos. Seguramente, el aumento de las rentabilidades es una oportunidad para añadir duración a medida que la inflación alcanza su punto máximo y el crecimiento se desacelera.

Los bancos centrales, decididos a controlar la inflación y evitar los errores de los años setenta, subirán los tipos de interés hasta donde sea necesario 

Una de las ventajas de la renta fija es que conocemos a priori la rentabilidad de la inversión, si la mantenemos hasta el vencimiento, independientemente de los movimientos del mercado en el período y salvado un evento crediticio. Esta característica nos permite observar que, ahora sí, se pueden realizar inversiones en diversas tipologías de bonos con una rentabilidad que compensa la inflación esperada por el BCE (5,5% en 2023 y 2,3% en 2024), y que permite mantener el poder adquisitivo del dinero y generar algunas ganancias.

A finales del mes de octubre y principios de noviembre tendrá lugar la próxima reunión del BCE y de la Reserva Federal, respectivamente. Se espera que sigan subiendo los tipos de interés, y los tipos implícitos se sitúan a principios de octubre en el 2,5% en el caso del BCE y del 4,5% en el de la Fed, lo que implica todavía una subida de +1,25% en ambos casos, antes de estas reuniones.

Por su parte, el RBA (Reserve Bank of Australia) dio una moderada sorpresa en su última decisión subiendo sus tipos de referencia 25pb menos de los esperado, alimentando el debate de que los bancos centrales se están acercando a los máximos de las tasas de referencia. Los inversores esperan que los bancos centrales acierten en sus decisiones y eviten el policy mistake (error de política) y así minimizar el impacto en la economía pilotando un aterrizaje suave.

Una de las ventajas de la renta fija es que conocemos a priori la rentabilidad de la inversión, si la mantenemos hasta el vencimiento, independientemente de los movimientos del mercado

Hasta que no veamos una mayor visibilidad de que los bancos centrales llegan al tipo terminal (mejores expectativas de inflación, sin duda, ayudarían) no se reducirá la volatilidad de los tipos de interés y no se normalizarán los spreads y los precios. También sería importante, para este tipo de activo, que se ponga el foco desde la inflación al crecimiento, ya que, en el caso de una recesión económica, los activos de renta fija servirían de fuente de diversificación con entradas de flujos que darían soporte a los precios.

En este entorno, donde los bonos ya empiezan a ofrecer rentabilidades interesantes que no se veían desde hace una década y que protegen, cada vez más, de una variación de precios, la estrategia a seguir es ir construyendo una cartera de forma gradual, evitando aquellos emisores más vulnerables frente al aumento de los costos de financiación y con el objetivo de incrementar la TIR global de la cartera, y así poder recuperar lo perdido este año, con el mínimo horizonte temporal.

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Josep Maria Pon, CIIA
Director de Renta Fija y AMM de Crèdit Andorrà Asset Management

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