La corrección del mercado siguió ayer y se aceleró hacia el final de la tarde, en lo que me pareció casi un flash crash. El Dow se dejó unos 1.000 puntos en tan solo unos minutos, antes de tocar fondo en -1.600 puntos. Los mercados se recuperaron parcialmente antes del cierre del día, pero se mantuvieron los descensos, con una bajada del Dow del 4,6%, del S&P 500 del -4,1% y del NASDAQ del -3,8%. Es, sin duda, el peor movimiento de mercado que han experimentado los nuevos inversores y ha sacudido algunas de las manos más débiles. En la apertura de los mercados en estos momentos, el S&P 500 ha descendido un 0,4% y el NASDAQ un 0,2%.
Sin embargo, más inquietante aún que la caída del mercado es el fuerte incremento de la volatilidad, según medición del VIX, que se disparó un 115,6%, hasta los 37,32 puntos y se situó cerca de los 50 esta mañana (véase el gráfico). Durante demasiado tiempo, una de las ideas de inversión más populares (y más seguidas) ha sido irse corto el VIX. Esta opción ha cosechado buenas recompensas durante los dos últimos años, pero ayer fue un completo desastre. La masacre ha sido tal que circulan ciertos rumores en el sentido de que los ETF que replican un corto del VIX podrían ser liquidados.
Se habla mucho de que los amplios márgenes de maniobra que se han dado hoy podrían hundir los mercados aún más. Asimismo, no debemos ignorar que los mercados bursátiles internacionales siguen la tendencia bajista de Estados Unidos.
Así, el Nikkei se ha dejado un 4,7%, China ha retrocedido un 3,3% y el Eurostoxx 50 solo ha bajado un 2,4%. Entre todas estas noticias negativas no debemos olvidar que la tendencia alcista del mercado se había prolongado durante demasiado tiempo sin una corrección, y no olvidemos que las correcciones se consideran sanas para el mercado. Si esto no le hace sentir mejor, por lo menos reconozca que las cosas podrían ser peores (podría haber comprado bitcoins en diciembre).
Fuente gráfico: Bloomberg
