
El viernes por la mañana empezó con el S&P 500 subiendo después de que el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, anunciara su intención de empujar su reforma del impuesto de sociedades en agosto. Desafortunadamente, mientras el reemplazo del Obamacare se encalló de nuevo, en la tarde los mercados retrocedieron y cerraron ligeramente a la baja (el S&P 500 bajó un 0,08%). Esta mañana, los mercados a nivel mundial sienten la presión de la debacle de sanidad, con el S&P 500 cotizando a la baja un -0,9% a la par con las caídas en Europa (FTSE -0,9%, STOXX600 -0,8%).
Independientemente de lo que dijera Mnuchin, el mercado siente una probabilidad inferior de que haya reformas fiscales y cambios regulatorios en 2017. No hace falta decir que la debacle de sanidad de la semana pasada hizo bastante daño a la imagen de Donald Trump (y del portavoz Paul Ryan) a ojos de los mercados.
Los inversores buscan refugio hoy en el oro (+0,9%) y los bonos del tesoro norteamericanos (el bono a 10 años baja al 2,35%). Esto está empujando al dólar hacia abajo, con la paridad EUR/USD llegando a los 1,09. El petróleo también se mueve hacia abajo, con el crudo WTI en 47,29 $ (-1,4%).
Aunque los mercados acabaron mixtos la sesión del viernes a pesar del fracaso del proyecto de ley, esta mañana se ha hecho evidente un mayor nivel de incertidumbre. La volatilidad del mercado, medida por el índice de volatilidad CBOE, llegó esta mañana a su nivel máximo desde las elecciones, y los inversores buscan resguardarse en activos refugio como el oro, los bonos soberanos y el yen. El dólar norteamericano está cotizando a la baja, en un 0,5%. Los futuros del petróleo bajan un 1,0% y los del cobre también bajando un 1,8%.
Hoy es un día tranquilo para las noticias económicas y empresariales. Charlie Evans, votante de la FOMC, hablará a las 1.15 h (hora del este de los EE. UU.), y le seguirá el discurso de su compañero Robert Kaplan, esta noche.