La reacción positiva de ayer de las bolsas norteamericanas ante el anuncio del plan de reforma fiscal parece que hoy ya se está desinflando. Los futuros de los principales índices de este lado del Atlántico cotizan a la baja (S&P 500 -0,18%, Dow Jones -0,21%). 

Las líneas generales del “mayor recorte de impuestos de la historia del país” en palabras de Trump son la rebaja del impuesto de sociedades hasta el 20%, la simplificación de los tramos del impuesto sobre la renta a solo tres (12%, 25% y 35%) y la disminución del más alto desde el 39,6% actual. También dibujó la eliminación de algunas deducciones actuales como la de los impuestos estatales y locales. Dos de los principales problemas que se hacen patentes tras el anuncio de ayer es la necesidad de negociación en el Congreso (y las dificultades que puede implicar para pasar la reforma) de la gran mayoría de las medidas y por otro lado, la falta de detalles sobre cómo se van a financiar los recortes. 

En la ligera revisión al alza de la cifra del PIB del segundo trimestre desde el 3% hasta el 3,1% (en línea con lo esperado) destaca el crecimiento del 3,3% del consumo (explica prácticamente el 70% del crecimiento de la economía). Por el contrario, la cifra publicada hoy de peticiones de subsidio de desempleo para la semana pasada no ha sido positiva. Las peticiones iniciales aumentaron en 12.000 hasta los 272.000 (270.000 estimados) debido principalmente a los efectos del huracán Irma en los estados de Florida y Georgia.

Los tipos de la deuda del Tesoro norteamericano siguen su trayectoria al alza tras las palabras del martes de Yellen. Esta mañana el bono a 10 años cotiza al 2,32%, su nivel más alto desde julio.

El petróleo también cotiza hoy al alza tras la reducción de inventarios de 1,85 millones de barriles que muestran los datos de la EIA, cuando se esperaba un incremento de los mismos.