
Ayer fue un día sumamente estresante para los inversores, ya que el mercado se desplomó por la mañana. El Dow bajó 550 puntos y el S&P 500 cayó por debajo de su mínimo de la semana pasada. Sin embargo, hacia la hora del almuerzo los compradores que aprovechan las caídas se abalanzaron sobre el mercado y lo levantaron. El S&P 500 y el Nasdaq terminaron el día con ligeras pérdidas, pero mucho mejor de lo que habían estado por la mañana.
Hoy el Dow se encuentra en posición de abrir al alza gracias a un sólido informe de resultados de Boeing (BA), que ha subido más del 4% en el mercado previo, que suma unos 100 puntos al Dow. La compañía aeroespacial supera las estimaciones de ingresos y beneficios y, además, ha mejorado sus perspectivas para 2018. Mientras tanto, el S&P 500 y el NAsdaq están destinados a abrir a la baja.
Aunque alrededor del 80% de las compañías del S&P 500 han superado las expectativas de resultados, hay varias acciones importantes que han decepcionado. Las tecnológicas sufren esta mañana debido a un pobre informe de resultados de Texas Instruments (TXN). La compañía anunció que la demanda de sus productos se ha reducido en la mayoría de los mercados, por lo que no sorprende que estas malas perspectivas estén afectando a toda la cohorte de semiconductores. AT&T (T), LabCorp (LH) y UPS (UPS) también han presentado flojos informes de resultados.
Las acciones de Apple (AAPL), el fabricante del iPhone, se mueven al alza en la apertura. El analista de Bernstein cree que el precio de venta promedio de los iPhone en el trimestre de septiembre podría ser un 29% superior al del año pasado. El precio de partida de la nueva línea de iPhone es de 750 dólares, pero llegan hasta los 1.449 dólares para el XS Max con todas las prestaciones.
Esta mañana, el presidente Trump retoma su guerra dialéctica contra el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Trump ha dicho que “Estoy muy descontento con la Reserva Federal, porque Obama tenía unos tipos de interés cero” y “casi parece que [Powell] se sienta feliz subiendo los tipos de interés”. Trump reconoció nuevamente que la Reserva Federal es independiente de la influencia política.