
Los índices principales cerraron la semana de Acción de Gracias (Thanksgiving), más corta de lo habitual por los festivos, con ganancias sólidas encima de la mesa. Esta buena actuación llevó al Dow, el Nasdaq y el S&P 500 a máximos de récord, mientras que el Russell 2000 alcanzó su mejor cota desde octubre del 2018.
Diez de once sectores cerraron la semana con ganancias y cinco de diez subieron un 1,0 % o más. El sector del consumo discrecional fue el mejor parado, con un crecimiento del 1,8 %. El grupo acabó siendo líder, dado que los inversores se mostraban optimistas ante la perspectiva del viernes negro y las ventas navideñas. El sector energético (-1,6 %) fue la única baja notable de la semana, ya que el precio del crudo volvió a situarse por debajo de su media móvil de 50 días.
A principios de la semana, el presidente Trump afirmó que Estados Unidos y China se encontraban en las “etapas finales” de las negociaciones de “fase uno”, pero que las está alargando porque quiere conseguir mejores condiciones. El mercado perdió algo de terreno el pasado viernes debido a las noticias comerciales. El presidente Trump firmó la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong. Esta ley, entre otros aspectos, requiere al Departamento de Estado de los Estados Unidos que certifique anualmente que Hong Kong dispone de la autonomía suficiente para mantener consideraciones especiales relativas al comercio con Estados Unidos. Un oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China declaró que la Ley de Hong Kong “es una flagrante práctica hegemónica y una grave intromisión en los asuntos de Hong Kong, que son los asuntos interiores de China. China tomará firmes medidas defensivas”.
A finales de la semana, la OPEP y Rusia se reunirán en Viena. Los analistas esperan que amplíen la actual reducción de la producción. El viernes, el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos publicará el informe sobre empleo correspondiente al mes de noviembre. Los expertos esperan que la economía haya añadido 183 000 puestos de trabajo, reforzados por los aproximadamente 40 000 empleados que volvieron a sus puestos en General Motors al cesar la huelga.